Soy Ching Chin Wu, llegué con mi familia en 1996 a Chile, vinimos país porque tenemos mucha afinidad con este país. En un principio fue duro, ya que no sabíamos nada del idioma y el gobierno de Chile nos exigía tener un negocio para poder quedarnos, sino seríamos expulsados. Vivíamos en Santiago y conocimos de un emprendedor taiwanés que buscaba un socio para abrir una sucursal de su negocio, así que junto con mi hermano, nos asociamos y nos fuimos a Concepción primero sin nuestras familias. Los primeros años fueron muy difíciles, pero gracias a Dios, el negocio tuvo su renta después de tres años y entonces pudimos traer a nuestras familias.
Me gusta Chile, el aire limpio y la gente…es mi segundo hogar. Solo pocas personas se han aprovechado de nosotros por el idioma. Gracias a Dios, nuestro negocio llamado Wualum es estable y tenemos otra sucursal en Temuco. Espero que nuestros hijos o nietos lo sigan administrando.